9 de abril de 2016

Interpretando a Macri



Me propuse, al menos como un ejercicio político, tratar de interpretar las razones de las primeras medidas del gobierno de Macri; no sé si lo lograré, pero al menos lo intentaré. Me resultará más fácil hablar en primera persona, como si hablara él mismo, pero tratando de evitar ironías.
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Mi convicción es que el capitalismo debe desarrollarse sin trabas, es la única forma de atraer capitales. Por eso, la función del Estado es establecer las condiciones para que eso ocurra, cambiando leyes, eliminando otras inconvenientes para las empresas y establecer buenas relaciones con los países que concentran el capital internacional, especialmente USA y la UE (para no entrar en conflicto con esos países no se debe negociar mucho con otros problemáticos como Rusia y China).

Pienso que la Argentina tiene que volver a ser un país normal, y esto significa tener buenas relaciones con USA especialmente y la UE.

Por ello es que la medida inmediata más importante para mí es pagar la deuda y todos los intereses y costas, en fin, todo lo sancionado por el juez Griesa; ya demasiado ha reclamado por años Argentina y siempre ha perdido en este conflicto, no se puede perder más tiempo, lo que sé de seguro es que tengo solo cuatro años de gobierno. Lo interesante es que del debate en la legislatura saco otro provecho también porque empieza a dividirse el kirchnerismo. Otro frente interesante es el de los gobernadores, ellos son más sensibles a los problemas provinciales y yo tengo la caja de la coparticipación.

En cuanto a los sectores pobres de la población, mantendré algunas leyes como la AUH y otras que aunque sé que son onerosas, no sería político ignorarlas.

Sobre la inflación, se debe reducir o eliminar el déficit fiscal y dejar de emitir pesos. Pero debido a circunstancias actuales y transitorias me veo obligado a eliminar o reducir las retenciones al agro y la minería para hacer más atractivo el negocio de los commodities, porque eso significa mayor ingreso de divisas, aunque incremente el déficit fiscal al disminuir los ingresos, que serán compensados por ahorro en los gastos.

Para disminuir el circulante de pesos, aumento las tasas; eso seca la plaza porque hace más atractivos poner los pesos en los bancos. No obstante, el gobierno tiene que seguir emitiendo por ahora para atender sus obligaciones inmediatas. Ya llegará el momento de parar la emisión, cuando baje la inflación.

Volvamos al déficit. Estoy tratando de eliminar los gastos innecesarios del Estado, para eso la excusa de echar ñoquis tiene pegada. Tengo que despedir gente, ya llegará el momento de frenar a los dirigentes gremiales que protesten mucho. Esto me viene bien, porque lo que más me reclaman los empresarios son los altos costos laborales. Reducir los salarios es imposible, es más fácil despedir y que los trabajadores sepan que en cada protesta se juega su permanencia en su trabajo, que lo piensen bien antes de protestar. Mientras, la inflación se ocupa de disminuir el poder adquisitivo. El trabajador argentino está muy caro y eso no ayuda al ingreso de capitales. Tengo que corregir las deformaciones que heredé del último gobierno. Y tengo una ventaja, el ser un recién asumido, no he sufrido todavía el desgaste de un Rajoy, es mi oportunidad, por eso estoy apresurando las medidas de eficientización en esta primera etapa, digamos en los primeros seis meses. Después ya estará hecho lo principal. Se trata de demostrar ejecutividad y eso es lo que estoy haciendo.

Aquí lo que se necesita es gente verdaderamente capacitada, por eso nombro tantos Ceos en los ministerios y empresas del Estado. Son verdaderos empresarios, saben dirigir para hacer a las empresas eficientes y disminuir el déficit fiscal, que es uno de los objetivos de este gobierno.

Lucha contra la corrupción. Le hice dar manija a este tema, en especial referido al gobierno anterior. Estoy tratando de sacar a Etchegaray de la Oficina Anticorrupción, porque pretende agregar a los atributos de la oficina la investigación en tiempo real, es decir, investigar los actos de mi gobierno! Me di cuenta de que voy a tener más cuidado, ya no estoy en una empresa privada; fui a descansar en semana santa a la estancia de mi amigo Lewis en Río Negro y salieron a acusarme de aceptar dádivas de contratistas del Estado porque, entre otras cosas, Lewis es accionista importante de Edenor. Los K van a buscar cualquier cosa para desprestigiarme. También le dije a mi “hermano” Nico (Caputo) que no se presente a licitaciones del Estado con su empresa Sesa, no lo hizo, pero me entero que tiene acciones en unas 15 empresas que sí se presentaron: tengo que andar con pies de plomo, ya no soy un empresario privado.

Aquí corresponde hablar de lo que estoy dispuesto a tolerar y lo que no. No tolero programas como 678 y lo dije en la campaña electoral; al que tenga en su programación programas de este tipo que solo buscan ampliar la famosa grieta en la sociedad argentina, le digo que no, no lo voy a tolerar. Para dividirnos a los argentinos, no. Y tengo un buen recurso para hacerlo, son las pautas publicitarias. Al que quiera dividirnos, le quito la pauta. Es un recurso democrático, asfixiarlos económicamente, como hacía con mis competidores como empresa. Es lo que pasó con el programa de Roberto Navarro de C5N, les avisé que si publican calumnias de mi relación con mi amigo Nicolás Caputo, no tendrían más pauta. Yo acepto críticas, la escucho a Lilita y a Masa, al final son críticas constructivas; pero otra vez la grieta, no, no lo voy a aceptar.

Sobre el impuesto a las ganancias, por el momento lo subí al umbral de $ 15000 a $ 30000, el doble, se calmaron un poco los dirigentes, porque eso en realidad benefició a los que más ganan, aunque pierdan los jubilados. Esto es porque el impuesto se calcula sobre la diferencia entre los ingresos declarados o públicos y esos 30000 (en vez de 15000). Sube el umbral, el monto disminuye. Especialmente, los camioneros ganan más de $ 30000 al mes, por lo que son de los que más se benefician.

Empleo. Sí, sé que va a subir mucho el desempleo en este trimestre, ya vamos por los 34.000 despidos y todavía no terminamos. Espero que tengan paciencia, ya vendrán los capitales extranjeros y volverá a bajar el índice de desempleo. Después habrá trabajo para todo el que estudie y quiera trabajar. Ya sé, los costos laborales serán menores porque el salario habrá disminuido su poder adquisitivo y es eso lo que buscan los empresarios. Es una de las razones por la que vendrán.

En cuanto a la inflación, mi desafío es hacerla bajar en el segundo trimestre de este año, no creo si al 25 %, pero al menos menor al 35 %. En el 2017 empezaremos a bajarla.
Todo esto me va a producir enemigos. Si hasta Isabel Sarlo y Lilita ya me están criticando. Pero hay tener paciencia para ver los beneficios.

Pobreza cero. Es lo que se puede lograr si mi gobierno sigue después del 2019, antes no hay tiempo. Hay que esperar para que se dé el “derrame” anunciado por Keynes: ante tanta riqueza, como espero que llegará, habrá un derrame de la misma hacia los sectores más desfavorecidos.

A todo lo que digo aquí no lo dije durante la campaña porque en ese caso no ganaba; y si uno no gana no puede realizar ningún cambio en el país, no puede hacer regresar a la Argentina al club de los países normales. Por eso seguí los consejos de Durán de que hablara solo de generalidades y de buenas intenciones, tal como hablan los libros de autoayuda que usan palabras y frases que impresionan pero no arriesgan nada por lo impreciso. Me gustó la sugerencia y dio resultado.

Por un país sin grieta, todos unidos y en armonía por un país normal y abierto al mundo donde los conceptos de eficiencia y trabajo sean fundamentales.

Mauricio Macri (interpretado)

CAN

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