3 de mayo de 2011

Creencias, selecciones y decisiones

En base mayormente a las ricas discusiones que se han dado en el foro Filosofía y Pensamiento en lo que va del año, me he permitido sacar algunas conclusiones personales que deseo compartir.


CREENCIAS,  SELECCIONES Y DECISIONES
29/04/2011

  1. Percepciones. Nuestra interacción con el mundo almacena información. Esa información puede ser básica, solo sensaciones. Hasta que tenemos percepciones, es cuando nos “damos cuenta” de alguna relación entre esas sensaciones. Se forma así un concepto (con valor de hipótesis). Puede ser por ejemplo, una relación simple de causalidad. Los conceptos pueden derivar de sensaciones, percepciones y también de otros conceptos, todos mezclados.
  2. Por nuestra interacción con el mundo se entiende por un lado la realidad física, por otro la realidad mental (sentimientos, pensamientos).
  3. La percepción individual forma conceptos (opinión, juicio); derivan de muchas percepciones. Los comparamos con las percepciones y conceptos de los demás, lo cual también es percepción y ampliamos, mejoramos o corregimos nuestros conceptos. Según la definición de Wikipedia: "La percepción es un proceso nervioso superior que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir,  elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno”. El concepto "emergerá" de un conjunto siempre discreto de percepciones y de su evaluación en relación a otros conceptos previos, propios o ajenos.
  4. Los conceptos también dan lugar a otros conceptos.
  5. El gran conjunto de conceptos que formamos a lo largo de los años forma parte de nuestro mundo individual, pero no tanto, puesto que incluyen también en él percepciones de tipo social.
  6. Incerteza. Pero nuestra experiencia tiene límites y siempre queremos abarcar más. No tenemos más remedio que basarnos frecuentemente en percepciones ajenas. Se nos presentan por lo general varias opciones en cada campo del conocimiento. Tenemos que optar. ¿Cómo lo hacemos? Lo hacemos en base a lo que nos inspire más confianza. ¿Por qué? Por señales, a veces muy sutiles e inconscientes que nos inspiren confianza. No hay certezas, pero las tomamos como ciertas. Es decir que tenemos que seleccionar, elegir entre varias opciones. El resultado es algo personal. Influyen entre otros:
    1. Simplemente pistas
    2. Preferencias personales.
    3. Intereses personales.
    4. Probabilidad.
    5. Conceptos previos.
  7. ¿por  qué diferentes personas vemos lados distintos (…de las cosas)? Mi respuesta es que, viendo lo mismo, nos interesan diferentes aspectos de las cosas. Y por supuesto esta diferencia de intereses obedece a que somos objetivamente distintos. Las diferencias de clases suponen intereses distintos y, por tanto, concepciones distintas del mundo. Entonces, somos individualmente distintos, porque nuestra constitución orgánica (agrego yo: y nuestros diferentes intereses, nuestra diferente historia) nos hace evaluar de diferente forma lo percibido, y en esa misma medida elaboraremos creencias diferentes. No hay nada más querido y anhelado por quienes tienen creencias de corte autoritario, que un conjunto de individuos piense igual, cuya sincronía conductual permita la adopción de modelos sociales cerrados a las diferencias. Estos modelos por supuesto no son patrimonio de ninguna tendencia en particular, los hay de derecha, de izquierda, religiosos, segregacionistas, esotéricos, etc. Por otra parte no hay nada más vano e inútil, que pretender que las creencias y conductas humanas pueden llegar a ser iguales o mantener su coincidencia en el tiempo. La naturaleza de nuestra condición nos muestra a diario cuánto van cambiando nuestras creencias y las certezas que de ellas se desprenden. Este cambio es fruto de las nuevas relaciones mentales que hacemos con el conocimiento adquirido. La subjetividad que lleva a la creación de una creencia es la misma que nos hará modificarla muchas veces a lo largo de la vida.” (S.A. Klein).
  8. Lo anterior significa que nuestras “verdades” estarán siempre más o menos contaminadas por probabilidades e intereses cuanto menos. Somos humanos y limitados, es lógico que sea así. Estas “contaminaciones” darán lugar a un pensamiento que estará más o menos alejado de la “realidad objetiva”.
  9. Ni que hablar cuando nuestras percepciones están basadas en nuestros deseos psicológicos, esperanzas y temores y no en la realidad, en hechos. Es el caso de las creencias religiosas y las supersticiones en general. Aquí ya no hay confrontación con la realidad, las afirmaciones ya no son falsables, aquí creemos lo que queremos creer, lo que nos hace bien. Aunque a estas creencias las disfrazamos como podemos con relatos históricos, “filosofía”, testimonios tomados sin ningún rigor científico, no están basadas en hechos verídicos ni comprobables. O simplemente creemos en burdas supersticiones (horóscopo, borras de café, etc). Solo tienen el valor de mentiras que nos hacen bien, que queremos creerlas pero que no tienen asidero en la realidad.
  10. Concepción de vida. De concepto en concepto, vamos formando conjuntos de conceptos, algunos propios, otros ajenos. Ya no se distinguen unos y otros. Pero los adoptamos como ciertos. Pasan a formar parte de nuestras convicciones personales.
  11. Para poder confrontar nuestras convicciones con la realidad, debemos tener convicciones personales. Si salen bien de la confrontación con la realidad, se fortalecen. Si no, empezamos a dudar y a buscar un concepto que los reemplace y que soporte esa confrontación.
  12. Parte de estos conceptos son de tipo ético, porque parte de la realidad es la sociedad, a la que necesitamos. En ética empleamos concientemente o no el criterio de conveniencia social; para esto se debe tener una visión de lo que se cree más conveniente socialmente y esto es ya una toma de posición importante. Lo que creemos más conveniente socialmente (en determinado momento histórico), genera valores, que van a teñir toda nuestra concepción de vida.
  13. Imagínense la cantidad de conceptos que vamos acumulando desde chicos. Son parte de nuestro mundo. Es nuestro marco de referencia. Todo nuevo concepto lo confrontamos con la realidad y con nuestros mismos conceptos adquiridos anteriormente. Es un mundo. Este mundo forma lo que podemos llamar nuestra concepción de vida. Se ha ido formando mediante un proceso de percepciones, conceptos, selecciones y decisiones, basados en nuestra experiencia y en la ajena. En las selecciones y decisiones está involucrada nuestra personalidad y nuestra particular visión del mundo. Nuestros gustos de cómo debe ser la sociedad. También nuestros intereses.
  14. Este cúmulo de conceptos articulados son tan fuertes cuando ya han pasado muchas confrontaciones que los tomamos erróneamente como “verdaderos”, nos olvidemos de su contenido de plausibilidad, aunque gran parte de ellos estén basados solo en probabilidades o en posibilidades y distorsionados por nuestros intereses. Pasan a ser parte de lo obvio para nosotros, los sobreentendemos, los damos como ciertos. Son nuestro patrón. Solemos olvidarnos de su origen y de que son diferentes en distintas personas. Lo que se ajusta a ello es cierto, todo lo demás es erróneo.
  15. Tan es así que cuando discutimos con alguien no los explicitamos, damos por sobreentendido que son evidentes. Tendemos a creer que todos piensan igual cuando no que todos deben pensar igual. Sin embargo, frecuentemente son la razón de la falta de acuerdo en una discusión y la razón del “diálogo entre sordos”.  Cuando hay en una discusión diferencias que se repiten en el tiempo, si hay verdadero interés en comprender, se deben revisar los principios que cada uno tiene y desde los que uno parte.
  16. Conclusiones.  “La verdad”, ya sea en el campo de la ciencia, de la ética, de la filosofía, toma la categoría de una utopía porque es inalcanzable. Todo lo que hagamos tiene el sello de lo humano; y no hay otra cosa. La ciencia ha progresado; el método exitoso que ha empleado y que ha permitido sus logros es el método hipotético deductivo. Los resultados han sido hechos resultado de las teorías que se han elaborado. Pero esas teorías no son explicaciones sino modelos útiles. Aprendimos que una teoría se sostiene si es falsable o sea, comprobable mediante confrontación con la realidad. Y la misma falsabilidad es la que permite que más tarde podamos decir que hemos elaborado una teoría mejor, y así… La zanahoria es “la verdad”. Pero la verdad es realmente el método de conocimiento que nos permite avanzar.
Carlos Alberto Navarro

Más sobre creencias: http://www.redcientifica.com/doc/doc200809010008.html de Sergio Aranda Klein