29 de octubre de 2010

Néstor Kirchner


NÉSTOR KIRCHNER

por Mempo Giardinelli
Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo, y necesito expresarlo.  
Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen "disidentes". Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudi y Dany. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.

 Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa. 

Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso. 

 Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias. 

 Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:

 —El que cambió la política pública de Derechos Humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen que estar "hartos" del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.
  —El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la justicia argentina.           
 —El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los '90. 
 —El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.           
 —El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio. 
 —El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas. 
 —El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva. 
 —El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país. 
 —El que cambió radicalmente la política de Defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia. 
 —El que inició una gestión plural en la Cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la Ciudad de Buenos Aires.           
 —El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones récord. 
 —El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.           
 —El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.           
 —El que con la nueva Ley de Medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.  
—El que impulsó la Ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos. 
 —El que viene gestionando un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de estos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo. 

 Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide. 

 Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem. 

 De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional. 

 A ver si alguien puede decir lo contrario. 

 De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
           
 Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como "indispensable" y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país. 
          
 Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente "Los K" y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como "Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina". 

 Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola. 
          
 Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país? •

Por Mempo Giardinelli

18 de octubre de 2010

Manipulación mediática


La manipulación

Veamos el significado de manipulación según la RAE:
manipular.
(Del lat. manipŭlus, manojo, unidad militar, y en b. lat. el ornamento sagrado).
1. tr. Operar con las manos o con cualquier instrumento.
2. tr. Trabajar demasiado algo, sobarlo, manosearlo.
3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.
4. tr. coloq. Manejar alguien los negocios a su modo, o mezclarse en los ajenos.
Y ahora veamos quiénes manipulan la información. Podría pensarse que es una actividad reservada a los grandes poderes mediáticos, pero no lo es, por lo menos los argentinos realizamos manipulación de la información en todo momento, en casi todas las actividades. No se si será posible evitarlo, si alguna sociedad puede estar libre de esta actitud.  Veamos algunos ejemplos, de miles que se pueden dar.

El maestro o el profesor, dan la información pertinente a sus alumnos en un cierto orden, para lograr el efecto (un proceso) deseado y asegurar una mejor comprensión; a mi amigo del primario no le digo que Carla me invitó a su fiesta, porque no se si a él lo invitó y no quiero que se disguste; a mi mamá no le informo de mi nueva novia, porque no quiero que se meta en nuestra relación; a mis compañeros de negocio no les informo de la feria que se hará en Pilar para que no tengan tiempo de ir y competir conmigo; a mi señora no le digo que tendré que trabajar el sábado, para que no se disguste, se lo diré el viernes a la noche; etc; etc; nos la pasamos callando información, o no destacando concientemente su importancia real; o mezclándola con otra para desviar la atención. En todos los casos, simulamos no hacerlo, simulamos ser transparentes e imparciales.

En todos esos casos estamos manipulando información con un objetivo personal, interesado, pero simulando no hacerlo.

Veamos algunas de las formas más comunes de manipulación de la información:

  • Callar una información o postergar el momento de dar a conocerla.
  • Jugar con los titulares, dando en pocas palabras una interpretación posible e interesada (la primera impresión es la que más impacta).
  • Plantear un tema de discusión y estudiar detenidamente los participantes a invitar, de forma que dando una impresión de imparcialidad y apertura, gane o convenza más la postura que convenga al medio.
  • Sugerir, al hacer preguntas, la respuesta; al interpelado se lo toma por sorpresa y antes de que piense, ya tiene la respuesta.
  •  Dar gran tamaño e importancia a la información que conviene a los intereses del medio; a la que nó, no dejar de ponerla, pero con menos relevancia.
  • Jugar con la ironía en los titulares, que es una forma muy corrosiva de desmerecer un hecho, que da salida a la indignación o a la hilaridad.
  • Dar información superficial o confusa, eso si con profusión de gráficos para aparentar seriedad y profundidad.
  • Utilizar el aspecto emocional del espectador mucho más que el racional.
  • No interesa difundir tanto la verdad, que a veces es complicada, sino lo que aparente ser la verdad y provoque en el espectador un sentimiento de adhesión y seguridad. Es decir, mostrar lo que en realidad quiere ver el espectador.
  • Ocultar estas reglas no escritas.
  • Y así podríamos seguir con esta lista con todas las formas imaginables de manipulación mediática.

La ética de la manipulación

Como vimos, la manipulación es demasiado frecuente en nuestra sociedad, es imposible evitarla. Pero hay grados; al profesor se lo entiende porque su fin es noble. Si no queremos amargar innecesariamente la jornada a una persona, podemos postergar una novedad desagradable; un hincha de fútbol callará los defectos de su equipo ante los hinchas de otro equipo; se entiende y no tiene importancia.

Pero en los políticos o en los medios de comunicación masiva la manipulación de la información toma otro cariz.

Cuando habla un político sabemos que está defendiendo a su partido, así que no podemos esperar mucho en cuanto a que sea fiel a la verdad. Defenderá sus intereses, en general.

Si un medio de información masiva expresa claramente cuáles son sus intereses, qué es lo que defiende, sabremos qué esperar de su información. Valoraremos cuando diga una verdad que no le convenga, etc.

Pero lo más nefasto es un medio que se diga “imparcial”, porque la imparcialidad no existe. Quiere decir que está ocultando sus intereses, aparentando “objetividad” mientras manipula la información. Es preferible un medio que diga francamente qué defiende a un medio que haga gala de “múltiple” pero que aplique las reglas de la manipulación, negándolo.

Es lo que ocurre con el multimedio Clarín en Argentina. Más información sobre el multimedio: http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_Clar%C3%ADn .

Y aparentemente es lo que sucede, en otro campo, con el INDEC, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina, que debería ser un organismo estrictamente técnico. Pero desde la intervención del organismo se vino abajo su credibilidad, lo que fue a su vez muy bien aprovechado por la oposición, que no duerme y saca gran partido de ello.

Democracia e información

La democracia necesita de una buena información. No podemos sacar buenas conclusiones con información manipulada.

Por otro lado, la manipulación en la información y en los partidos políticos lleva a una disminución de la confianza y el optimismo social (“sociedad de cuarta…”, “que se vayan todos…”, etc.) y en definitiva disminuye el Capital Social tan importante para el desarrollo de un país.

Aparentemente la mejor forma de democratizar las comunicaciones es distribuyendo las vías de comunicación pública en distintos tipos de actores sociales. Que no tengan demasiada preponderancia o casi exclusividad los medios que dispongan de capital monetario sino que se tengan en cuenta también la diversidad de intereses y ópticas culturales o ideológicas.

Los sectores que se han opuesto a la Ley de Medios de Argentina no lo han hecho tratando de mejorarla sino de detenerla para que no se rompa el status quo actual de monopolios de medios.

Carlos A. Navarro
2010



18 de junio de 2010

Dios se aburre

QUÉ DIFÍCIL DEBE SER HACER DE DIOS!


Pensemos un poco. Nosotros, terrenales, debemos hacer muchas cosas. Después de tener comida, agua y dormir, viene el sexo. Ya tenemos todo eso; pero siempre surge algo nuevo que codiciar, alguna preocupación o curiosidad que satisfacer. La zanahoria, lo que nos mantiene vivo. ¡Hay tanto para conocer! ¡Hay tanto para hacer! Es que no sabemos ni hemos hecho todavía un montón de cosas! Nos estresamos, y a pesar de eso, lo disfrutamos, siempre que no exageremos, por supuesto.

Pensemos ahora en (la idea de) Dios. Ya todo lo sabe, ya todo lo tiene. En cuanto a hacer, no le cuesta nada, para eso es todopoderoso. ¿Qué objetivos puede tener el pobre? Salvo que el Diablo le dé problemas. ¿Cómo problemas? Si no le llega a los talones. Si es él el que manda! Y qué es el Diablo, es otro Dios? ¿No era que estamos hablando del Dios de las religiones monoteístas?
Y pensándolo bién, para qué nos largó a este mundo, para probar qué, si Él no tiene que probar nada porque ya todo lo sabe. Los que tenemos que experimentar somos nosotros, pobres ignorantes.

En definitiva llegué a la conclusión que Dios se aburre, y mucho. No tiene nada que aprender, ni nada que desear, porque con sólo pensarlo ya lo tiene. No conoce el gustito de la adrenalina, de los desafíos, de lograr un objetivo. Se aburre, no puede ser de otra manera. Y encima condenado a la vida eterna! Condenado por vaya a saber quién. No sigamos imaginando, porque no se adónde vamos a llegar.

¿Ya lo tengo! Ya se para qué nos creó! Así como nosotros a veces jugamos al solitario o al Sudoku, así Dios, jugando, creó al hombre. Es que se aburre tanto el pobre. Pero no es para probarnos, porque Él no necesita probar, ya se las conoce a todas.

Ahora se me ocurre pensar que a este escrito, revelaciones, diría yo, las puede leer un católico, un judío o un musulmán. A ellos les pido perdón.

Pero no, porqué perdón? No tengo yo que leerme metros de escritos que terminan con invocaciones a la fé, a Dios, al Hijo y encima al Espíritu Santo? ¿Porqué tengo que pedir perdón? ¡Mejor que conozcan ellos éstas mis revelaciones!

CAN

Preguntas:


  • Las religiones monoteistas como el catolicismo, son en realidad monoteístas? O es un sincretismo en el que conviven otros seres de poderes sobrenaturales de menor jerarquía, como los santos? No era que se habían echado del templo a los dioses menores, o es que volvieron a entrar por la ventana?
  • La religiones monoteístas como el cristianismo y el islamismo son en realidad dualistas, es decir creen en al menos dos dioses poderosos (no todopoderosos) luchando permanentemente entre sí, como Dios y el Diablo? No decían que había un solo dios?
  • La religión judía es solo para "el pueblo elegido", esto es para los judíos? No está al alcance de todos los humanos porque es una "religión "privada"?
  • Vaya qué cantidad de contradiciones, que es lo que suele pasar en los cuentos, y eso que no dijimos nada del "espíritu santo" ni de la santa trinidad !!
  • No sería mejor reemplazar los dioses por los modernos psiquiatras y psicólogos? .Tal vez sea más útil para los pobres humanos.

9 de junio de 2010

PATRIA, PATRIOTISMO, ...

Patria, patriotismo, soberanía, nación, nacionalismo, estados.


Expresiones

  • Los que se van del país son unos cobardes y desagradecidos, hay que quedarse y devolver lo que el país nos dió.
  • Las Malvinas son nuestras porque en 1820 se plantó allí el pabellón nacional. En 1833 lo hicieron los ingleses, pero allí se quedaron.
  • Es una vergüenza no sacar los símbolos patrios en nuestras festividades.
  • Patria y tradición.
  • El ser nacional.
  • La caridad bien entendida comienza por casa.
  • Ser patriota es como ser hincha de un equipo de fútbol, tenemos símbolos y tradición. Nos sentimos identificados y distintos, superiores.

 Introducción
Advierto que por lo menos en Argentina, y no creo que ocurra solamente aquí, hay una confusión respecto de ciertos conceptos y términos tabúes muy arraigados en ciertos ambientes de la población, mejor dicho ambientes que han sido pasivos receptores de conceptos ligados principalmente a las FFAA y a la iglesia; conceptos difundidos en nuestra educación desde chicosporque desde chicos hemos sufrido en Argentina bastantes gobiernos militares. Confusión en cuanto a no percibir claramente el carácter de mito que esos conceptos tienen, que sirven a las conveniencias del poder.
Para hablar sobre estos temas hace falta primero hacer algunas precisiones sobre el significado de ciertas palabras, porque hay muchas acepciones y pueden llevar a confusión. Consultando la RAE en la Web: http://rae.es/”palabra buscada”:
EstadoConjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
Comunidad: “Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”pertenezcan o no al mismo país.
Nación o país: Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno, en un territorio.
Nacionalismo: Apego de los naturales de un país a él y a cuanto le pertenece.
PatriaTierra natal o adoptiva ordenada como país, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
PatrioteroQue alardea excesiva e inoportunamente de patriotismo.
Soberanía: Ejercer o poseer la autoridad suprema e independiente.

Naciones
Es innegable que es conveniente que haya administraciones locales de las comunidades y que abarque regiones que hagan que sea posible el desarrollo sustentable y autosuficiente. Esto es lo que sería de desear. En los hechos no ha ocurrido así,  las divisiones administrativas, es decir, las fronteras entre los países han sido históricamente el resultado de las relaciones de fuerza ante la aspiración de los gobernantes de abarcar más y más territorio para afianzar su poder y riqueza. Es lo que heredamos, es lo que tenemos. Y las divisiones han sido muchas veces caprichosas, dejando a diversas comunidades partidas entre dos o tres naciones. Por ejemplo, si veo aquí cerca, la comunidad mapuche dividida entre Chile y Argentina; La guaraní entre Argentina, Brasil y Paraguay. Los vascos entre España y Francia, etc. Es producto también de los caprichos de la historia que Uruguay y Argentina sean países diferentes, que Formosa sea una provincia argentina y no paraguaya, que Portugal y España estén separadas por una línea de puntos, que Haití y República Dominicana sean diferentes países.
Las fronteras se determinaron siempre por el uso de la fuerza.
Curiosamente casi todos los países tienen ahora regímenes democráticos, pero con tabúes: lo intocable es discutir, hablar siquiera de los deseos de un pueblo de pertenecer a uno u otro país. De eso no se puede hablar. Toca a la soberanía de una nación y eso no se discute. Esto tiene sus aspectos positivos y negativos. Negativos en cuanto es una negación de la democracia que se proclama en otros ámbitos; positivos porque atenúa o imposibilita la ola de reclamos por pertenecer a la nación vecina más rica, por ejemplo, o por razones circunstanciales no perdurables en el tiempo, lo que estaría a nivel de simples caprichos y conduciría a conflictos permanentes.
Implantación de mitos convenientes
Cómo se logra imponer esos tabúesPrimeramente desde la escuela, porque es la forma más eficiente para imponer una moral (de forma irracional). Ya Nietzsche había desenmascarado el origen y función real de la moral aceptada en un momento en un pueblo (o mejor dicho impuesta): la conveniencia de los poderosos en determinado momento histórico. Así, en épocas de guerras y conquistas armadas, los máximos valores fueron el coraje, el desapego personal. En la sociedad industrial la laboriosidad, la obediencia. En la sociedad actual, la eficiencia y el respeto a los valores del neoliberalismo, la competencia, la aceptación de una democracia aparente e incuestionable, el pensamiento único, la aceptación de las fronteras establecidas.
Una de las formas es resaltar la pertenencia a un país determinado, concepto conocido como patriotismo, que a veces está tan exaltado como para llamarle patrioterismo (como en Chile, o en la Alemania nazi, por ej.). Se equipara a la nación con el padre y a la comunidad con los hermanos. Nuestro primer deber es devolver a la patria lo que ésta nos dió. “La caridad bien entendida comienza por casa”. Tenemos, si es necesario, que sacrificarnos por nuestra patria y pensar en primer lugar solo en ella. Esto nos lleva a despreciar o desatender lo extranjero, salvo que provenga del país dominante, como USA para los que siguen el modelo neoliberal, máximo paradigma para varios países. Exaltación desmedida e irracional de lo propio. Desprecio por los vecinos pobres y admiración por la nación paradigma.
O sea que se sienta un concepto tabú, del que no se puede discutir: el concepto de patria.
Otro concepto tabú es el de la tradición. En realidad hay tradiciones buenas y las hay malas o desubicadas en el tiempo. No importa, el respeto y el cultivo de la tradición se considera intocable. Si hasta nuestros próceres son intocables, son de bronce, parece que no fueron seres humanos. Por suerte tenemos una juventud renovadora numerosa que es imparable y todo lo discute. Ha renovado el folclore, por ejemplo, a pesar de los tradicionalistas.
Globalización cultural
Mientras tanto, ocurre en el mundo otro fenómeno destacable, el de la globalización. Los capitales ya no son más nacionales, el capitalismo ha roto las fronteras. En cada país los capitales se disfrazan de nacionales, pero los resortes de las decisiones se ubican remotamente en las grandes urbes mundiales.
Las comunicaciones mundiales han posibilitado que se acelere el proceso de enajenación cultural al que ya hay una fuerte tendencia, tratar de imitar al vencedor dejar de lado los valores y culturas propias. Siempre ha ocurrido así en la historia, pero ahora la velocidad del proceso es muy grande, lo que hace una gran diferencia. Solo se salvan los pueblos que son tan pobres en recursos que no les interesa a ningún otro país ni corporación.
Nuestra cultura, por la globalización, contiene rasgos de imitación o falta de autenticidad. Es en general una cultura enajenada. Es la cultura de la TV o sea de los grandes grupos económicos, o sea consuma, consuma, consuma. En ningún caso piense, piense, piense, porque pensar (por sus propios medios) es peligroso (para el sistema).
Inconveniencias de la exageración del concepto de patriotismo
La exageración del concepto de patriotismo o patrioterismo parece de todo punto de vista inconveniente. Conduce a la competencia desmedida entre pueblos, a la estupidez y la ceguera. Al egoísmo. A la pérdida de vista de lo más importante: el ser humano.
Veamos qué dice Wikipedia:
El chovinismo o chauvinismo (adaptación del apellido del patriota francés Nicolas Chauvin, un personaje histórico condecorado en las guerras napoleónicas), también conocido coloquialmente como patrioterismo, es la creencia narcisista próxima a la paranoia y la mitomaníade que lo propio del país, o región, al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto. El nombre proviene de la comedia La cocarde tricolore de los hermanos Cogniard, en donde un actor, con el nombre de Chauvin, personifica un patriotismo exagerado. Hannah Arendt lo describe así:
El chauvinismo es un producto casi natural del concepto de Nación en la medida en que proviene directamente de la vieja idea de la "misión nacional"... La misión nacional podría ser interpretada con precisión como la traída de luz a otros pueblos menos afortunados que, por cualquier razón, milagrosamente han sido abandonados por la historia sin una misión nacional. Mientras este concepto de chauvinismo no se desarrolló en la ideología y permaneció en el reino bastante vago del orgullo nacional o incluso nacionalista, con frecuencia causó un alto sentido de responsabilidad por el bienestar de los pueblos atrasados.
"Imperialism, Nationalism, Chauvinism", en The Review of Politics 7.4, (Octubre de 1945), p. 457
El chauvinismo resulta un razonamiento falso o paralógico, una falacia de tipo etnocéntrico o de ídola fori. En retórica, pues, constituye uno de los argumentos falsos llamados ad hominem que sirven para persuadir con sentimientos en vez de con razones a quienes se convencen más con aquéllos que con éstas, y como tal se utilizó frecuentemente por parte de los políticos para persuadir a las masas.
Nació fundamentalmente con la creencia del romanticismo en los "caracteres nacionales" o volkgeist, si bien los griegos ya se burlaban de quienes pretendían que la luna de Atenas era mejor que la de Éfeso; psicológicamente, sin embargo, se trata de un sistema delirante que esconde un sentimiento neurótico de inferioridad en forma paranoica (en su manifestación de delirio de grandeza) muy asentado en la naturaleza humana.
Suele considerarse como una señal de nacionalismo y como tal suele acompañarse de la manía persecutoria de echar la culpa siempre a otros países, regiones, pueblos o razas de los males propios. Erich Fromm, León Poliakov y Jon Juaristi han estudiado las manifestaciones más perversas y peligrosas del chauvinismo, que pueden estar asociadas a ideologías totalitarias, xenófobas, racistas y sexistas.

El sostenimiento de estos conceptos se facilita a través de la necesidad del sentido de pertenencia en la población, que aunque haya sido de origen dispar, como ocurre en Argentina, a lo largo de los años se transforma en un verdadero crisol de costumbres y tradiciones con una historia común. El yo es proyectado en la nación. Esto es una tendencia pero no un hecho absoluto. Esto por si solo no lo considero negativo, pero su exageración sí.
Veamos un ejemplo de los absurdos a los que puede conducir el tabú de patria o nación exagerado, relatado por un peruano,

El curioso nacionalismo de los peruanos:

El resentimiento hacia lo foráneo parece el pilar que sostiene el "nacionalismo” peruano. "Si no hubiera rencores con Ecuador y con Chile ¿a qué se reduciría el sentimiento nacionalista? No existiría", indica el autor de esta nota desde Lima. El riesgo de "perder" en manos extranjeras un postre o una bebida exacerba un sentimiento de unión que no despiertan otros aspectos culturales más profundos.

Sigamos con Wikipedia:
Las acciones llamadas patrióticas son acciones que sirven para mostrar el amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, el ejemplo más claro es el de morir en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos menos extremos, como desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o apoyar al país al que pertenece uno por otros medios.
En muchos países, el patriotismo es visto por muchos como un valor importante [cita requerida], por ejemplo, en las escuelas de Estados Unidos, es costumbre que los niños reciten cada día el Juramento de Lealtad a su bandera, de igual manera en Chile los colegios forman a sus alumnos para cantar el Himno Nacional de Chile,etc.. En España, el 83,5% de los españoles se consideran orgullosos o muy orgullosos de serlo, según la encuesta CIS de diciembre de 2005. Mientras que en Perú, el 98% de encuestados en Lima y El Callao están orgullosos de ser peruanos.
En muchas partes de Europa, no obstante, mostrar banderas u otros símbolos considerados patrióticos está mal visto por algunas personas que lo consideran jingoista, poco culto e incluso racista.
Me llamó la atención en el último festival que se hizo en Buenos Aires en solidaridad con las víctimas del terremoto de Chile, el contraste de ver que solo había banderas chilenas flameando entre la concurrencia, a pesar de realizarse en Buenos Aires.
Darwinismo social (Wikipedia)
Numerosos intelectuales se sintieron atraídos por el llamado "darwinismo social", que extrapolaba las ideas evolucionistas de Charles Darwin a las cuestiones sociales y políticas, afirmando la existencia de naciones más capacitadas para la supervivencia, pueblos inferiores y superiores, y se asociaba al racismo. Tal vez el mejor representante de esta corriente es el escritor británico Rudyard Kipling quien hablaba de "la carga del hombre blanco".
Como se ve, la exacerbación del patriotismo sirve para desarrollarse internamente, pero también sirve para la ceguera, para no ver realmente el mundo en que vivimos y finalmente para no ver a lo más preciado que tenemos, el ser humano, cualquiera sea la frontera dentro de la que se encuentre. Y que esto puede servir a ciertos intereses que van más allá del hombre.

Visiones adversas al patriotismo [editar]

"El patriotismo es la disposición de matar y dejarse matar por razones triviales" - Bertrand Russell.
Sus detractores afirman que si el patriotismo como sentimiento no existiese, se podrían evitar muchos de los actuales problemas de convivencia social, como son la integración forzada, el secuestro de las mujeres y niños, el asesinato, la xenofobia, el racismo, el genocidio, la extinción y las guerras. Suele ir acompañado de la destrucción o el expolio de los bienes de los considerados enemigos: casas, tiendas, centros religiosos, etcétera. El término ha sido usado históricamente para justificar actos de violencia indiscriminada, sean espontáneos o premeditados.
La persecución entre seres humanos va mucho más allá de estar dirigida a grupos religiosos, étnicos o politicos. Cualquier diferencia identificable en apariencia o comportamiento puede servir de base a la persecución.
O sea que cualquier diferencia sirve de pretexto, diría yo.
Los detractores del patriotismo ven en éste, una forma de persuasión de las masas iletradas. Les resulta un razonamiento falso o paralógico, una falacia de tipo etnocéntrico o de ídola fori. En retórica, pues, constituye uno de los argumentos falsos llamados ad hominem que sirven para persuadir con sentimientos en vez de con razones a quienes se convencen más con aquellos que con éstos, utilizada frecuentemente por políticos y caudillos, no siempre para bien; esto dio lugar a que el doctor Samuel Johnson lo definiera como "el último refugio de los cobardes", confundiéndolo con el sinónimo espectivo patrioterismo.
Algunos piensan que los patriotas, denominados peyorativamente muchas veces "salvapatrias", a menudo son administradores del control social, no dudando en arrollar las libertades sociales de sus conciudadanos. Como perseguidores no sienten que haya nada malo en sus acciones o lo racionalizan como de escasa importancia o temporal si lo comparan al fin que buscan, contrarrestar lo que consideran una mayor y más seria amenaza, "El fin justifica los medios" en sus actos. Como en otros comportamientos de agresor y víctima, el agresor culpa a la víctima de la agresión. La justificación más común es que buscan protegerse así mismos, a sus familias y a la sociedad de lo que ellos perciben como peligrosa influencia del grupo perseguido. (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Patriotismo ).

El Internacionalismo es un movimiento político que aboga por una mayor cooperación política y económica entre las naciones para el beneficio mutuo.
Los partidarios de este movimiento, como por ejemplo los seguidores del Movimiento Federalista Mundial, afirman que las naciones deben cooperar entre ellas, porque sus intereses mutuos a largo plazo son más valiosos que sus intereses individuales a corto plazo. El internacionalismo se opone por naturaleza al ultranacionalismo y al chovinismo nacionalista, así como a los movimientos de globalización estrictamente económicos que niegan el valor de la cultura y las diferencias entre las naciones. El internacionalismo presupone el reconocimiento del resto de las naciones como iguales a pesar de, y respetando, todas sus diferencias. El término internacionalismo se usa frecuentemente de forma errónea como sinónimo de cosmopolitismo, término éste que es usado a su vez por los seguidores del internacionalismo para describir el abuso de esta cultura (véase anacionalismo).

Ciudadanía responsable
Un sentimiento más sano que el patrioterismo es el de “ciudadanía responsable”. Y más útil para el desarrollo de una nación. Implica sentirse responsable por el destino de un país, implica aportar y no solo recibir pasivamente. Implica hacerse sentir y no quedarse callado ante lo que se considera negativo para la sociedad. No implica excluir sino incluir a todos los actores. Supone llenar los espacios vacíos dejados por el gobierno. Y lo más importante: se puede ejercer en cualquier lugar, independientemente de adónde hayamos nacido y nos permite integrarnos a la comunidad en la que nos toque vivir.
Una anécdota que no me podré olvidar: Un amigo argentino de Santiago del Estero intervino en una página Web que yo tenía en el 2002, en plena crisis argentina, con un discurso inflamado de patriotismo, no me acuerdo ya sobre qué tema puntual. Un lector gallego le contestó más o menos que le extrañaba sus palabras, que él se sentía tan santiagueño como el que escribió, porque a los problemas relatados los sentía como si fueran en carne propia; que esperaba que el santiagueño se sintiera igualmente gallego si se diera la ocasión; que las fronteras no eran más que líneas dibujadas en un mapa, etc. Mi amigo santiagueño, que es inteligente, se dio cuenta enseguida de su error y que él había caído en los lugares comunes del patriotismo sin pensarlo mucho y se disculpó.
Es más útil para el país una persona que trabaja fuerte, no que recita el himno; alguien que tiene una ética y la aplica coherentemente, no que tiene escarapela; que tiene responsabilidad social y es solidario, no que sólo canta la marcha Aurora.
No está mal andar por el mundo si se deja huella donde se vá. 
En cuanto a Malvinas, serán argentinas si los kelpers sienten que les conviene y si admiran a nuestra sociedad, sino no. Ah! ...y si no encuentran petróleo. Todo es cuestión de conveniencias y poder.
Conclusiones
·       Las divisiones administrativas que significan las naciones son convenientes para el desarrollo de la civilización por la descentralización que implican.
·       Históricamente las naciones se han formado usando la fuerza. La determinación de las fronteras no es un hecho democrático.
·       El sentimiento de patria es sano si no es exagerado como suele ocurrir a veces, cuando se transforma en ceguera obstinada y ridícula que lleva a la exclusión y la discriminación. Cuando nos transformamos en los “barra brava” o “tifosi” irracionales de un país.
·       El sentimiento de patria, el respeto por la bandera, etc, ha sido “quemado” en Argentina por el uso interesado que le han dado siempre los militares golpistas (Dios, Patria, Hogar) y grupos como las tres A. Deberíamos fundar otro concepto de patria basado no en símbolos sino en la responsabilidad ciudadana y en los puntos comunes que resulten de la diversidad del país, la historia común y su gente. En una argentinidad no excluyente sino inclusiva.

 Carlos Alberto Navarro, 09.06.2010.



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