21 de noviembre de 2005

Toma de posiciones 05


El hombre. Ser y existencia

  • El hombre existe y adquiere esencia. No se puede casi separar esencia de existencia, porque se es porque se existe y el ser mejora la existencia. La relación subjetividad y lo otro es permanente. El hombre es acción. La acción le da satisfacción. La subjetividad surge de la conciencia de lo otro y lleva a la acción, que intenta ser integradora. ¿Discutir si primero está la existencia o la esencia no es como preguntar si primero es el huevo o la gallina?
  • Lo externo existe porque lo percibe el hombre. Si se repite y desde distintas perspectivas, existe mejor para el hombre, es más probable. A fines prácticos, decimos simplemente “el mundo existe”. Esto responde a la clásica pregunta: "es real la realidad?" . Lo es sólo como una aceptación práctica, que sirve, no interesa una respuesta que esté más allá de la experiencia; en este caso la experiencia somos solo nosotros, sí, para nosotros sí existe.
Lo trascendente
  • Las preguntas que nos hacemos frecuentemente sobre existencias absolutas no tienen sentido porque no pueden ser respondidas por el hombre. Por ahora es mejor no perder el tiempo en esto, ya hemos pasado milenios tratando de descifrar este enigma insoluble, que siempre se ha respondido usando ilusiones, deseos, iluminaciones, imaginación. Vivimos ya y los filósofos deberían dedicarse a otras urgencias.
  • Es tan legítimo sostener la existencia de un Dios como negarla. No se puede demostrar ni una cosa ni la otra. Tampoco puedo demostrar que existe en el planeta Urano un animal trípedo ovíparo y mamífero. Tampoco se puede responder sobre la vida antes nacer ni lo que pasará después de la muerte.
Desarrollo del hombre

  • El hombre se desarrolla en un continuo proceso de relación con lo otro, en el que él influye en lo otro y es afectado a su vez por lo otro. Un eterno diálogo y una eterna influencia recíproca. Es como en un matrimonio: los dos se necesitan y viven en una realidad creada por ambos. Se separan y se unen. Pero hay que tener en cuenta que cuando hablamos de lo otro, también se incluye la misma cultura que el hombre creó y la historia transcurrida.
  • La naturaleza humana creo que existe, hablamos del hombre y no de elefantes, aunque Sastre lo niegue. No se si habla de lo mismo. Esa naturaleza es infinitamente flexible porque depende de las circunstancias, dentro de las que está la historia y dentro de ésta la cultura. Pero hay algo básico, para comenzar a entenderlo deberemos considerar que el hombre es un animal, un animal muy especial pero sólo un animal. Si no entendemos esto no podremos entender su ética. Hay necesidades básicas que ya están programadas en él, las primeras: subsistir y procrear. Cuando éstas se aseguran, surgen otras necesidades más humanas y menos animales. Cuanta más escasez, más animal y cuanto más satisfacción, más humano.
Sociedad

  • Para subsistir y procrear es práctico agregarse, vivir en sociedad bajo objetivos comunes. Y surge un fenómeno que es atípico en los animales: la cultura y la historia. Los hombres las creamos y nos envuelven, es una relación recíproca. La necesidad práctica de agregación se transforma en necesidad afectiva.
  • El hombre para poder vivir en sociedad se organiza. Pero no puede haber una asamblea permanente, no sería práctico, no se tomarían medidas a tiempo. Se elige algún método para designar al o los que reglarán la sociedad. O se impone por la fuerza. Puede ser el hijo del que mandó antes o el más poderoso económicamente o militarmente. A los griegos antiguos se les ocurrió otro sistema que llamaron democracia, en el que las decisiones no inmediatas la tomaban todos los guerreros en asamblea y que tenía la ventaja de hacer partícipes y responsables a todos los hombres libres los que a su vez se autocontrolaban entre si. Ser ciudadanos era un orgullo. Se podía hacer esto porque para los trabajos duros estaban los esclavos legítimamente ganados en la guerra. Pero estos esclavos, con su trabajo, permitieron también el desarrollo del pensamiento griego, porque permitieron que algunos no trabajen y en lugar de esto piensen y estudien.
Sistema económico

  • La organización también requiere establecer un sistema económico para la producción y el intercambio de bienes y servicios. Algo que influirá lógicamente en toda nuestra vida. El sistema capitalista, por ejemplo, con su criterio base en la avidez humana, tuvo un desarrollo expansivo e imparable. Se coloca al mercado como un valor supra humano. Con el neoliberalismo, se transforma en un sistema autodinámico muy poderoso que está por encima de los hombres, es una creación humana que se vuelve en contra del hombre, produciendo riqueza material, si, pero una inequidad tremenda y explosiva. Es un sistema que produce despojos y esos despojos son arrojados fuera del sistema.
  • El sistema económico influye en toda la cultura, en los últimos siglos pasó de ser una cultura del trabajo a una cultura del éxito y la avidez material. En el sistema actual, el objetivo y el motor es la ganancia personal y se descuida (o no interesa) el ecosistema, nuestra casa natural. El teólogo brasileño Leonardo Boff dice que no hay opción entre capitalismo y socialismo, que adoptar un socialismo es una cuestión de supervivencia humana, para preservar el ecosistema y evitar la inequidad indigna y explosiva.
Moral, ética

  • La convivencia en sociedad exige normas de comportamiento y valores sobre el comportamiento humano. Dependen de la sociedad y de la época, por ejemplo para los griegos antiguos algunos de los valores más importantes eran el coraje (en la guerra). Siempre el poder dominante impuso una moral a ser cumplida por los gobernados. Depende de la época, es funcional al poder. Esta moral se hace más fuerte cuando se unen el poder militar y el religioso. Los hombres con poder crítico han desarrollado sus valores y construido una ética por sí mismos, la que asumen plenamente y con convencimiento. No es una moral impuesta.
  • Niestche dice que no hay hombres buenos o malos, que son sólo hombres. Son las circunstancias las que posibilitan (pero no determinan) que obre de un modo o de otro.
  • Los animales matan a otros animales para alimentarse. El hombre también. Come especialmente a los que son de mayor provecho por su tamaño y calidad. A otros los domestica como “adornos vivos” o mascotas y hasta llegan a quererlos como seres vivos y se enternecen con ellos. Pueden hacerlo porque se sienten bien y hay para comer. Otros hombres matan por deporte y aman sus trofeos. Pero los enredos culturales, políticos, económicos y religiosos suelen llevar a que el hombre mate al hombre. Desgraciadamente es muy frecuente.
  • El sistema capitalista ha transformado los valores humanos, por ejemplo el “tener” ha sustituido al “ser”.
  • Cuando falta la satisfacción de las necesidades básicas se puede esperar actitudes de supervivencia, como en los animales. También ocurre cuando ya no podemos lograr lo que estábamos acostumbrados a tener. Ejemplo: cuando el pueblo norteamericano ya no pueda bañarse todos los días por la falta de agua, votarán a alguien para que vaya a conseguirla donde haya, por la fuerza; las justificaciones siempre se pueden encontrar fácilmente.
  • No se debe permitir que el hombre soporte situaciones límites o que criterios absolutos lo obnubilen porque favorecen actitudes que van en contra de la sociedad, como las aberraciones del nazismo, el racismo, etc. Es decir, debemos considerar las situaciones objetivas que el hombre debe soportar, no solo apelar a principios morales y frases altruistas.
Locura

  • Una sociedad determina lo que es “normal” en el comportamiento humano. Sería algo así como “un promedio” de las actitudes de los hombres de esa sociedad. Cuanto más se aleje uno de esos promedios más se acerca a la locura. Pero resulta que los hombres que se han destacado por sus pensamientos o acciones son casualmente gente que se ha alejado del promedio, veamos si no a Edison, Einstein, Niestche, Teresa de Calcuta, Ghandi, etc. ¿Son los que se han acercado al superhombre de Niestche? ¿Concluiremos que hace falta algo de locura? Como dice la canción: “perdurar y transcurrir no es honrar a la vida”.
Seguridad

  • El hombre necesita primordialmente seguridad y ésta se la da el poder. Poder en todos los sentidos, poder en su entorno por ejemplo, se lo pretende constantemente, inconcientemente la mayor parte de las veces, aunque se diga lo contrario (M. Foucault).
El conocimiento. Razón, lógica, matemáticas. Modelos científicos y fenómenos.

  • En nuestra incesante actividad de relación con lo otro se desarrollan la memoria y la razón. La razón se logra probando, errando y luego recordando y empezando de nuevo por otro camino. Se desarrolla la razón, se aprende a los tropezones la forma como ésta arroja resultados valederos. Es algo parecido a lo que hizo la naturaleza con las especies. Hacemos nuestra la lógica, creemos que la inventamos, en realidad nos la sopló la naturaleza. Los números, por ejemplo y la matemática, vienen de la naturaleza, jugamos con la lógica que también la naturaleza nos enseñó y los números y construimos la matemática. A su vez la matemática nos ayuda a comprender mejor el comportamiento natural.
  • En su ansia de conocer para tener más dominio sobre la naturaleza, de la que se ha divorciado desde que tiene uso de la razón, porque desde entonces ya no es más una cosa, descubre métodos científicos. En la actualidad, da explicaciones para entender el universo físico, pero sin pretender que esas explicaciones sean “la verdad”. Las utiliza solo como herramientas valederas mientras no aparezca otra mejor. Lo verdadero no es la explicación sino los fenómenos mismos que explica. Si cambia la explicación, los fenómenos minuciosamente descriptos son los que permanecen. Así, las explicaciones serán cada vez más abarcativas, más completas.
  • ¿Pero entonces la naturaleza “existe”? No interesa, la naturaleza existe para el hombre y basta. Y existe la subjetividad… es sólo un hecho y lo sentimos así.
El hombre es tal vez el objeto de conocimiento más difícil. Erich Fromm propugnaba que se lo estudie más en profundidad desde todos los aspectos, pero que era fundamental y estaba faltando una síntesis e incluso abordar mejor los aspectos que están en las fronteras entre las distintas disciplinas sobre el hombre. En la síntesis deberían unirse la psicología, la filosofía, la antropología, la medicina, la sociología, la historia, etc, en una gran “Ciencia del Hombre”. Aclaraba que en realidad no sería una ciencia, pero no se le ocurría cómo más llamarla. ¿Será una utopía?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja a continuación tu comentario, crítica o sugerencia: